Es bueno saber que para muchos (la minoría) resulta interesante y hasta entretenido viajar en combi. Querámoslo o no es inevitable dejar de usar el transporte publico; todas las mañana tenemos que llegar “temprano” por no decir puntuales, a nuestros centros de trabajo para ganar el dinero que nos permita poder seguir usando las combis, muy aparte de otros gastos con mas peso.
El porque de esta introducción se debe a que muy a pesar de todo lo negativo de usar el transporte publico de pasajeros (olores, mala educación, apretones, robos, techos bajos, etc) se puede rescatar cosas positivas, para un ojo observador no muy entrenado (como el mió) este lugar puede resultar siendo una rica fuente de aprendizaje y para esto cito el siguiente ejemplo que espero ilustre lo que quiero poner en debate:
- En uno de mis tantos viajes en combi hacia mi centro de estudios note que dos paraderos mas adelante subieron una señora y su hijo; afortunadamente se sentaron en un lugar donde podía observar su accionar (motivo de este ejemplo), sentados ya empezaron a comer mandarinas, fruta fácil de consumir y fácil de desaparecer, una vez pelada la mandarina vi como la madre tiraba por la ventana las cáscaras que había juntado y lógicamente como era de esperar el niño imito este comportamiento, afortunadamente fallando en sus dos primeros intentos; la madre al notar esto puso cartas en el asunto; se dedico con la mayor paciencia del mundo y los métodos mas efectivos de aprendizaje, a enseñarle como tirar acertadamente la cáscara por la ventana, logrando para mala suerte de nuestra sociedad su propósito. De ahí que surge la pregunta y con esto no busco ser un justiciero, ni el ejemplo a seguir pero de todas maneras surge la pregunta:
Por que se castiga a los niños (y al peruano en general) por algo que se les enseñó a hacer? Resultaría acaso mas fácil dejar de enseñar lo malo para no amargarnos la vida y evitar sentimientos de culpa por castigos consecuencia de nuestra mala enseñanza? “dile que no estoy” “sácalo sin que nadie se de cuenta” “si te molesta dale un puñete” “dile que estabas enfermo” “tíralo por la ventana” “orina en el poste” “sal a protestar” “destruye la propiedad publica y privada” y tantos mas…
El porque de esta introducción se debe a que muy a pesar de todo lo negativo de usar el transporte publico de pasajeros (olores, mala educación, apretones, robos, techos bajos, etc) se puede rescatar cosas positivas, para un ojo observador no muy entrenado (como el mió) este lugar puede resultar siendo una rica fuente de aprendizaje y para esto cito el siguiente ejemplo que espero ilustre lo que quiero poner en debate:
- En uno de mis tantos viajes en combi hacia mi centro de estudios note que dos paraderos mas adelante subieron una señora y su hijo; afortunadamente se sentaron en un lugar donde podía observar su accionar (motivo de este ejemplo), sentados ya empezaron a comer mandarinas, fruta fácil de consumir y fácil de desaparecer, una vez pelada la mandarina vi como la madre tiraba por la ventana las cáscaras que había juntado y lógicamente como era de esperar el niño imito este comportamiento, afortunadamente fallando en sus dos primeros intentos; la madre al notar esto puso cartas en el asunto; se dedico con la mayor paciencia del mundo y los métodos mas efectivos de aprendizaje, a enseñarle como tirar acertadamente la cáscara por la ventana, logrando para mala suerte de nuestra sociedad su propósito. De ahí que surge la pregunta y con esto no busco ser un justiciero, ni el ejemplo a seguir pero de todas maneras surge la pregunta:
Por que se castiga a los niños (y al peruano en general) por algo que se les enseñó a hacer? Resultaría acaso mas fácil dejar de enseñar lo malo para no amargarnos la vida y evitar sentimientos de culpa por castigos consecuencia de nuestra mala enseñanza? “dile que no estoy” “sácalo sin que nadie se de cuenta” “si te molesta dale un puñete” “dile que estabas enfermo” “tíralo por la ventana” “orina en el poste” “sal a protestar” “destruye la propiedad publica y privada” y tantos mas…